El papa Francisco, en su Mensaje para la Cuaresma 2022, remitiéndonos a la predicación agustina, nos recuerda que este tiempo litúrgico es, de alguna manera, una imagen de nuestra existencia terrena y un tiempo favorable (kairós) para obrar (sembrar) el bien, buscando dar en vez de poseer, y compartir en vez de acumular. Sirviéndose de la metáfora del «sembrar y cosechar», nos invita a no cansarnos de revisar la vida y discernir qué semilla de bondad ofrezco en mis palabras, pensamientos y acciones, pues de esa semilla podré esperar frutos como el perdón, la paz, la concordia, el control de sí.
Para san Agustín, el tiempo de Cuaresma ofrece cada año la oportunidad de concentrarse en la humildad de Cristo, y así:
La vida humana acontece como una prueba y como un espacio para purificarnos con ayunos, limosnas, penitencias y oración, en preparación para la celebración de la Pascua eterna en el encuentro definitivo con Dios.
Para unirnos a Cristo humilde y aprender a vivir como Él, nuestra religiosidad ha desarrollado muchas expresiones y prácticas piadosas cuaresmales. Por ello, a continuación te compartimos tres propuestas para fortalecer la fe y el seguimiento de Cristo en esta Cuaresma: