San Agustín, predicador de la Palabra
Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos… y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado (Mt 28, 19-20). Anunciar la Buena Noticia no es para mí motivo de orgullo, sino una obligación a la que no puedo renunciar. ¡Ay de mí si no anuncio la Buena Noticia! (1 Co 9, 16)