RETIRO PRESENCIAL CUARESMA: ENCUENTRO CON CRISTO MÉDICO

Del 25 al 27 de marzo, vivimos una experiencia comunitaria de búsqueda de Dios, en la Casa de Retiro San Agustín. Revisamos la vida e invocamos la Misericordia para que nos renueve con su Gracia, camino a la Pascua.
Presencialidad evangelizadora al ritmo de la liturgia de la Iglesia

Desde el año pasado pensamos en aprovechar la condición favorable de la nueva presencialidad para proponer espacios de servicio y crecimiento espiritual. Visualizamos al CEA con una personalidad de predicador, al estilo de san Agustín. Nuestro entusiasmo generó una agenda para el 2022 con cuatro retiros presenciales, según el ritmo del Año Litúrgico. Nuestro objetivo: hablar al corazón desde la Palabra, propiciar el encuentro con Dios alimentando el deseo por Él, y ser instrumentos de comunión.

El primer retiro del año fue pensado para Cuaresma. Cada año, este tiempo litúrgico es ocasión  de revisar nuestro caminar y perseverar, pues, como el papa Francisco nos ha recordado, es imagen de la vida cristiana aquí: así como la Cuaresma es un tiempo y camino de preparación para celebrar la Pascua de Resurrección, de la misma manera toda nuestra vida es un camino de preparación para la Pascua eterna. Y en este caminar, podríamos andar muy centrados en nosotros mismos, también parecernos que Dios se esconde y terminar por suplantarlo, y además, experimentarnos débiles para amar al prójimo con el amor de Cristo. 

Predicaciones y experiencias para un crecimiento espiritual 

El fin de semana pasado, cincuenta vidas, muy diversas, acogieron nuestra invitación. Fr. Miguel Oblitas OSA estuvo a cargo de las predicaciones, espacios personales de acompañamiento, confesiones, y celebraciones que fueron llevando a todos hacia el encuentro con Cristo médico, el único capaz de curar nuestras heridas y enfermedades espirituales, con su Espíritu. Para que cada uno discierna su presente y su historia, y pida el don de la conversión y de la perseverancia, tomamos una pista desde el libro X de las Confesiones de san Agustín, donde Nuestro Padre hace una revisión de su corazón y confiesa sus progresos y dificultades en su intento por vencer las tres concupiscencias o deseos desordenados (1 Jn 2, 16). En ese libro es que Agustín repite constantemente, a modo de estribillo, una famosa oración que expresa tanto la condición humana débil como la búsqueda de la voluntad de Dios: Da lo que mandas y manda lo que quieras.

Nos acogió la casa de retiro San Agustín, en Villa el Salvador, espacio agradable y con protocolos de bioseguridad. Jhonatan Asalde nos acompañó en el servicio de música y animación. Fr. Santiago Huamán OSA nos apoyó en las confesiones. Carlos Loayza y Giancarlo Bellina completaron el equipo. 

Oramos por cada participante, para que la Gracia recibida dé fruto en sus vidas, para que sus corazones vivan inquietos y agradecidos por el Amor de Dios derramado en ellos, y para que combatan y perseveren cada día. ¡¡Bendiciones!!

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