02 de octubre – Domingo 27.º del Tiempo Ordinario (Ciclo C)

El que ha comenzado a vivir, implora seguir viviendo. Así, el que cree pide la obediencia, no como un premio por ya haberla cumplido, sino como ayuda para poder cumplir y renovar su fe día a día (San Agustín, Comentario al Salmo 118, 7, 3)

Lectura del santo evangelio según san Lucas (17, 5-10):

En aquel tiempo, los apóstoles le dijeron al Señor: «Auméntanos la fe».

El Señor dijo: «Si tuvierais fe como un granito de mostaza, le dirían a esa moneda: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y les obedecería.

¿Quién de ustedes, si tiene un criado labrando o pastoreando, le dice cuando vuelve del campo: “Enseguida, ven y ponte a la mesa”?

¿No le dirían más bien: “Prepárame de cenar, cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú”?

¿Acaso ustedes tienen que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo ustedes: cuando hayan hecho todo lo que se les ha mandado, digan: “Somos siervos inútiles, hemos hecho lo que teníamos que hacer”».

Palabra del Señor, 

Gloria a ti, Señor Jesús